El ITP es un impuesto autonómico que graba las transmisiones en general, en el caso que nos ocupa, las transmisiones de vehículos y cuyo pago es previo y obligatorio para transferir un vehículo adquirido a un particular (si compramos a una compraventa, nos emitiría una factura, con IVA, y en cambio no pagaríamos el ITP).

Cuando compramos un vehículo de segunda mano a un particular debemos pagar, además de la tasa de tráfico, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) y el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM).

El importe del ITP, al ser autonómico, difiere en cada comunidad, pero la cuota a pagar oscila entre el 4 % (tipo de gravamen más habitual), y el 8%, del valor de tablas del vehículo.

En el caso de Andalucía, pagaremos un 4% del valor que fijen las tablas de valoración de vehículos de la Junta de Andalucía, y un 8% en el caso de aquellos vehículos (turismos y todoterrenos), que tengan más de 15 caballos fiscales.

El comprador es el sujeto pasivo del impuesto, por lo que la comunidad en la cual se tributa dependerá de la residencia de esta persona.